Nunca he pretendido
abrir más de la cuenta
la mirada
porque los sueños se van
desde los ojos
y las manos.
Y la madrugada no distingue
su piel blanca.
Con voz de grillos
y golpes de reloj en mi cabeza
comprendo que mis pensamientos
nunca llegaron a borrarte
y que me dolía la memoria
por un ave muerta
que guardo una lagrima
bajo mis párpados.
1 comentario:
muy muy muy bonito!
escribis vos? woouu..
www.palabrasparaconsolarme.blogspot.com
FlO :)
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