sábado, 26 de abril de 2008

Alma

Estas debajo de lo que yo escribo,
No te has llevado tu rostro.
De una línea creas el paraíso,
Dejas en mí, Vacíos.
Vives detrás de ti.
Detrás de cada retrato,
detrás de mi soledad.
Te cubre el invierno.
Perderás tu nombre,
En mi dolor.
Y no podré llamarte en cada lágrima.
Te quiero tanto
Por la mujer que no has visto en ti
La que te tomará del hombro un día
Para pedirte paso
Y abandonarte una mañana.

jueves, 24 de abril de 2008

Abismo

Has caído sin ti, mi vida, te has ido sin tu rostro.
Cuídate de ti, piénsate, desnúdate.

martes, 8 de abril de 2008

Más allá de la fuerza, hay otra fuerza. Donde la gente danza y explican las piedras sus costumbres. No podemos verlo, ni tú ni yo; somos impureza. Nuestros nombres apenas explican el origen de los cuerpos. Las calles no viven en ese lugar; son cerros altos que encierran canciones y misterios. Más allá de todo, yo pido la cercanía de tu rostro, las noticias de tus imágenes, porque el cartero no llega a traerme tu voz desde lejos.

Qué puedo hacer yo con mis palabras, no las puedo convertir en hombres para que esposen tus manos, y te devuelvan, porque todo pasa despacio en mi despoblado corazón. Yo no puedo convertirte en mi mujer de un día a otro. Ni puedo pedirte perdón desde un hogar sin huesos. Debes entenderlo perfectamente, y si mi tristeza se prolonga, también. Porque de ti provienen las yerbas amargas y las lluvias.

viernes, 4 de abril de 2008

Primera Carta

Donde me perteneces es en el recuerdo, al igual que yo en ti cuando cierras los ojos. Poco importa. Desde nuestra separación exijo respeto, de que me veles por un corto tiempo, donde duermas un poco para que estés equilibrada. Puede que mis palabras tengan una vida agitada al igual que yo, que me alimento de tus inquietudes. Francamente no sé explicar bien mi estado de desorden. De amor. De encontrarte, fugitiva.

Digo esto por la tristeza que me acompaño por el largo tiempo. Y ahora que tenga que petrificarla, para envolverla con fardos funerarios. Se me hace difícil. Mi soledad es triste, y es de frío. Tengo el alma helada desde mi regreso de ti. No puedo hacer otra cosa que leer vorazmente, para sacarte en seguida de mi mente. Pero seria incorrecto inventar otras formas de ti. Buscar a una mujer que me busca. Acostarme y entregarle tu rostro. Yo no soy así, lo sabes.Los libros no tienen tu cuerpo, y la filosofia, jamas tendrá tus ojos.