Contigo no me sirve el arte
por eso desconfío de la poesía
y del abismo que inundaba mis ojos,
pero las palabras crisálidas me traían tantos
lugares de tu cuerpo
que el recuerdo
era un cuadro más de una canción.
Dame una prórroga, un tiempo sin memoria.
Ya no se trata de esperarte
en la meditación del frío, déjame despertar
ese corazón que sobrevive con respiración artificial.
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