Como un niño que busca entre vidrios
un idioma. Posiblemente busques
la palabra, esa siniestra sombra que despierta
el alma de los hombres.
Tal vez intentes encontrar los ojos
del aire en la memoria, o esa
perdida fotografía de tus días
en que los árboles llamaban a las aves.
¿Escribir o no? Hoy recuerdo
la hierba estéril que arrancabas
de una piedra, las calles que atrapabas
con el llanto, y la ventana débil
donde traspasaban las imágenes en tranvía.
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