Ella llegaba a su hogar dibujado,
llamaba: Amor, a su amor dibujado.
Yo guardaba su nombre y el mío
como la sombra de un
árbol a sus cenizas.
En mi mente mantuve sus pasos
y llene de promesas a su alma dibujada.
Sus manos llegaban como brillo lento
a mi rostro, y yo le sonreía.
Le regale un conjuro de amor.
Y ella se adentraba a mis ojos
Como un sueño, iba desapareciendo.
1 comentario:
mejor seguir dormido para soñar con ella de nuevo! y que no vuelva a desaparecer =)...
muy lindo=)
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